Un secreto familiar
Habla la hija del doctor Martínez, héroe de la IIGM: "Su enemigo era la muerte. No importa si eran judíos, polacos o de Pamplona"
Patricia Martínez comparte la heroica historia de su padre, el doctor Eduardo Martínez, que durante la II Guerra Mundial ayudó a los aliados a salvar a perseguidos por Hitler del campo de concentración de Miranda de Ebro.

Patricia Martínez empieza a descubrir la heroica historia de su padre, el doctor Martínez, por un golpe del destino en forma de mudanza después de su muerte. Cuenta a laSexta Columna que vaciando una librería encontró un "libritín de nada" que decidió guardar porque en la tapa ponía 1942: "El año que se habían casado mis padres".
Después vio que se trataba de un manuscrito de su padre en el que contaba cosas que pasaron ese año. Sin embargo, tuvo que pasar mucho tiempo hasta empezar a saber qué había detrás de páginas. Explica que tras compartirlo con un amigo historiador, este "se quedó pegado": "Me dice, '¿Tú sabes lo que tienes ahí?'".
En el vídeo sobre estas líneas, Patricia explica que le costó "una barbaridad" que su madre le desvelara el secreto de su padre, Eduardo Martínez Alonso, 'Lalo', un médico que llevaba años trabajando en Cruz Roja y que prestó una valiosísima ayuda a los británicos durante la Segunda Guerra Mundial.
Para ello fue fundamental la estrecha amistad de 'Lalo' con Alan Hillgarth, el jefe de los servicios secretos británicos en España, "un amor fraternal de verdad", explica Patricia.
El doctor Martínez se jugó la vida en el campo de concentración de Miranda de Ebro, "especializado en retener a extranjeros que pasaban la frontera", apunta Emilio Grandío, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Santiago de Compostela.
Aprovechando su condición de médico, diagnosticaba a los prisioneros como enfermos y se los llevaba en ambulancia: "Todos los fines de semana sacaban lo que cupiera, cuatro hombres, seis hombres, no más", comenta Patricia, que recuerda que se les daban documentos falsos "porque los ingleses no iban a estar regalando pasaportes".
Una vez fuera del campo, el objetivo era sacarlos del país, muchas veces por el pueblo gallego de Redondela, donde 'Lalo' se volvía a arriesgar prestando su propia casa. Misiones que el doctor realizaba, muchas veces a espaldas de su familia, que desconocía su heroica labor: "Mi abuela decía 'ay, pero estos amigos tuyos qué callados son'... los pobres eran polacos, no hablaban", recuerda Patricia. Después, explica Patricia, el doctor Martínez realizaba falsos certificados de defunción.
Sin embargo, esta no era la única ruta desde la que el doctor Martínez 'escabullía' a los presos. La otra pasaba por el salón de té Embassy, en el corazón de Madrid, donde los introducía entre el público: "Los metían ahí, le daban una taza de té y una ginebra y salía por la puerta", cuenta Patricia, que afirma no saber "cuántas personas salvó mi padre, porque ni él mismo lo sabía".
Sin embargo, la Gestapo empieza a sospechar de 'Lalo', que vía Lisboa termina huyendo junto a su mujer hasta Londres. Desde allí, siguió con sus misiones. Por aquella ayuda, polacos y británicos le condecoraron. Vidas salvadas con una bata de médico con la que el doctor Martínez contribuyó también a derrotar a Hitler. "El enemigo de mi padre era la muerte. No importa si eran judíos, polacos o de Pamplona", afirma Patricia.
*Ya puedes ver el programa completo de 'laSexta Columna: Espías españoles en la II Guerra Mundial' en Atresplayer.