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Figueruelas se prepara para la 'invasión eléctrica': 2.000 chinos revolucionan un pueblo de 1.200 vecinos
Los detalles 2.000 trabajadores asiáticos se mudarán a esta localidad zaragozana para trabajar en la construcción de la gigafactoría de baterías. Ahora los vecinos tiran de imaginación para entenderse con los nuevos habitantes.

Resumen IA supervisado
Los 1.200 vecinos de Figueruelas esperan la llegada de más de 2.000 ciudadanos chinos que trabajarán en una fábrica de baterías para vehículos eléctricos. Este proyecto promete mejorar la economía local, pero encontrar vivienda para tantos nuevos residentes es un desafío. Esperanza Calvo, inmobiliaria, relata cómo tres personas chinas buscaron casas, aclarando luego que eran 3.000. Patricia reforma un palacete para ellos, recibiendo preguntas sobre su progreso. Las inmobiliarias esperan prosperidad, mientras los vecinos se adaptan usando Google Translate para comunicarse. Las tiendas se preparan, ya que recuerdan la llegada de General Motors en 1982, que también transformó la zona.
* Resumen supervisado por periodistas.
Los 1.200 vecinos del municipio aragonés de Figueruelas están expectantes ante la llegada de más de 2.000 ciudadanos chinos, que se mudan a España para trabajar en una fábrica dedicada a la fabricación de baterías para vehículos eléctricos.
Un proyecto que mejorará la economía de la zona, pero que presenta un grave problema, ya que buscar vivienda en una localidad tan pequeña para tantos nuevos residentes se está convirtiendo en toda una odisea. El traslado se hará por fases, pero se espera que para finales de 2026 ya hayan desembarcado los casi 2.000 trabajadores.
Buscan edificios completos en Figueruelas y casas en pueblos cercanos a Zaragoza. Esperanza Calvo, inmobiliaria, cuenta una anécdota que le sucedió al ver a los primeros: "Vinieron tres personas chinas buscando casas de alquiler. Entendí que eran tres, luego matizaron que eran ¡3.000!", cuenta todavía impresionada por lo sucedido.
Por otro lado, se encuentra Patricia, quien dedica sus esfuerzos a reformar un palacete para ellos y, entre las preguntas que más le hacen están "cuándo la terminamos o cómo van las obras".
Sin duda, el desembarco de los asiáticos vendrá acompañado de prosperidad a las inmobiliarias de la zona.
Quienes sí están encontrando más dificultades son los vecinos, ya que ninguno de ellos habla chino. Es por ello que, en farmacias o en la calle confiesan ensayan con el Google Translate para intentar comunicarse con los nuevos habitantes. Todo ello con el objetivo de darles la bienvenida y poder atenderles de la mejor manera posible. Por lo que, la imaginación, en estos días, se está convirtiendo en su mejor aliada.
Las tiendas de alimentación también se están preparando para la llegada de los chinos. En algunas de ellas ya se puede ver productos chinos en sus estanterías.
Todos ellos les reciben encantados y recuerdan a laSexta que ya vivieron una situación similar en el pasado, cuando la General Motors aterrizó en el territorio, en 1982, y abrió la fábrica de Opel de Figueruelas, que dio trabajo a muchos locales. "Yo fui el número 126 de la General Motors. Fue un impacto grande", cuenta Julián. Aquel entonces las calles se llenaron de alemanes.